Mezclar los ingredientes secos (harina de avena, cacao, polvo de hornear, sal) y reservar. Remojar las semillas de lino y de chía hasta que se forme un gel. Reservar. Batir la mezcla con el aceite, la manteca de maní, la vainilla y el azúcar hasta que esta se disuelva y se integre todo bien.
02.
Incorporar en tres partes los ingredientes secos al batido. Tiene que quedar una pasta maleable con las manos, pero húmeda; si está demasiado seca, agregar un poquito de agua o leche. Precalentar el horno a 170 ºC.
Para formar las tapas
03.
Con las manos húmedas, tomar pequeñas porciones de masa y formar pelotitas pequeñas. (Para trabajar mejor la masa se la puede dejar 1 hora en la heladera para que tome consistencia.) Colocar las pelotitas sobre una placa aceitada o enmantecada, con bastante espacio entre sí. Aplastarlas con el dorso de una cuchara húmeda o con un vaso ancho para formar galletitas circulares.
04.
Llevar al horno y cocinar durante 10-15 minutos, hasta que se doren apenas por abajo. Por arriba pueden parecer todavía blandas, pero al enfriarse se ponen crocantes.
05.
Una vez frías, rellenarlas con el dulce de leche repostero.
¡Ahora a disfrutarlos!
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